En el día de hoy, 8 de agosto, conmemoración de Santo Domingo de Guzmán, Ciriaco, Largo, Esmaragdo, Marino, Juliana, Eleuterio, Leónidas, Hormisdas, Emiliano, Mirón, Ternacio, Gervasio, Gedeón y Severo, cuarto día triunfal, procedemos a informar desde el Alcázar, despacho 344, puesto 2.
Durante la mañana de hoy se ha terminado mi bono del club de oficiales y amablemente me han pedido que me retirara a mi despacho en las plantas superiores para continuar las labores de reacondicionamiento de nuestro glorioso Ejército y reactivación de sus plenas facultades. Mientras tanto continuamos vigilando el campo de batalla gracias a nuestro grupo de contrainteligencia y con todo tipo de instrumentación de nueva tecnología..
Todavía en el club de oficiales ha pasado revista sorpresa el Capitán Sánchez Bueno con resultado casi completamente satisfactorio. La única mancha en el expediente ha consistido en un desliz del suscribiente al sorprenderme el oficial de guardia utilizando de forma fraudulenta las comunicaciones (mi móvil, joo!) para informar del estado de la tropa al batallón de segunda línea, razón por la cual -y unido a mi menor antigüedad a pesar de coincidir en rango- he sido amonestado con privación de comunicación vía GPRS hasta las 12:00 UTC del día de hoy. A esa hora he podido revisar el anterior parte de mi hijo el Alférez Javier Bultó de Barriga y le doy el conforme.
Hemos comenzado a dar repostaje de nuevo a toda nuestra flota con carburante destilado de altísimo octanaje, cuya falta fue posiblemente uno de los agravantes del ataque sorpresa que atajamos durante la jornada de ayer.
Los ánimos en el Alcázar están calmados y desde la subida esta mañana a la zona de despacho no hay mayor novedad. La jornada transcurre con normalidad y sin sobresaltos y esperamos que así continúe. A partir de hoy cada día que pasa hay menos posibilidades de que el renegado se rearme, puesto que continúa sitiado y vigilado de cerca por el Mando Estratégico.
Mañana domingo el Capitán Sánchez Bueno se encuentra de guardia y hemos acordado revista durante la mañana, hora a confirmar, tras la misa de la victoria que dirá el capellán castrense.
¡y me pillaron!
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