jueves, 20 de agosto de 2009

Decimoséptimo parte de guerra

En el día de hoy, 20 de agosto, se han conseguido notables avances en esta guerra: como continuación -y a consecuencia- de la acertada estrategia con que se llevó a cabo la reciente Batalla de La Arrixaca, el Batallón de Ataque, al mando del Capitán Sánchez Bueno ha conseguido ahora volver a poner en servicio el gasoducto que elimina los gases tóxicos - con vistas a la progresiva normalización de la vida civil de esta comunidad- ayudado por una Unidad de Zapadores (Endoscopias) que ha realizado una operación de alta compresión (endoscopia) en la boca superior del gasoducto (boca). Casualmente, al mismo tiempo, se escuchaban gemidos y lamentos. Suponemos que eran de la niña del tercero izquierda. Como resultado casi inmediato se han podido escuchar algunas explosiones (¡!) en el extremo opuesto del conducto (el otro), con expulsión de metralla (¡¡¡!!!), declarándose aquel ya libre de gases tóxicos y en perfecto estado de uso. ¡Loado sea Dios!
Veintiún salvas de honor han conmemorado la realización de tan elevados ideales.
Al mismo tiempo, ya ha sido eliminada la Vía de Evacuación Alternativa (sonda), lo que ha sido celebrado con grandes alharacas y muestras de júbilo, regocijo y alborozo por parte de la población civil acuartelada en este Cuartel (Marujilla, Raquel, Julia, Laura y el que suscribe).
Persisten los problemas de megafonía (oidos), que nos están jorobando un poco la fiesta, aunque ya está avisado el servicio técnico (otorrino)
Por último, se espera para mañana la llegada del Alférez Javier Vz-Dodero, de la Primera Escuadra de las Colonias de Ultramar (vamos, ¡que se lo curra en Las Palmas!) para reforzar las guardias durante el fin de semana. El pobre cuenta las horas faltantes -entre ansias y desvaríos- cantando:

 Murcia, Dios sabe cuánto te adoro,
 hasta lloro cuando pienso en ti,
  fueron tantos años por tus calles,
           tanto tiempo donde yo crecí,

     Murcia, llevo en mis ojos tristeza
    y en la mirada la pena de estar lejos de ti,
    pronto regresaré con mi gente,
    volveré para siempre, Murcia de mi amor,

    Murcia, diosa que cuando te adoro,
    hasta lloro cuando pienso en ti,
    fueron tantos años por tus calles,
    tanto tiempo donde yo crecí,

Igual que siempre y siempre igual, siempre a sus órdenes, mi General!

                             Júbilo, regocijo y alborozo

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