viernes, 7 de agosto de 2009

Décimo parte de guerra

Cuartel de Paz. Tercer Día Triunfal.

Alférez Javier Bultó de Barriga Extirpado por parte de abuela paterna, de la Primera Escuadra de las Colonias de Ultramar, informando por orden de su Capitán.
Mi General, en este tercer día triunfal hemos tenido un ataque sorpresa. El Nativo Conspirador ha pretendido reavivar la llama de la batalla atentando contra el Convenio de Ginebra en su totalidad. Durante las maniobras de retirada los escáneres del Mando Estratégico han detectado movimiento en el campo de batalla (hemorragia interna). Afortunadamente el Capitán Sánchez Bueno estaba de servicio y con pundonor ha formado a las tropas, ha reunido armamento a costa de otros compañeros (quirófano) y ha cortado de raíz el ataque. La operación (operación) ha durado apenas una hora y pronto ha vuelto al Cuartel de Paz a informar del nuevo éxito.
Se ha limpiado el campo de batalla para comprobar si había nuevos focos de movimiento (hemorragia) asegurando tranquilidad hasta nuevo aviso. El Capitán Bultó de Barriga Extirpado disfruta de nueva licencia en el club de oficiales (reanimación) donde recibe el trato exquisito de las suboficiales mejor preparadas, para envidia y pataleta de los demás oficiales.
El Mando Estratégico y el suscribiente confirmamos el nuevo éxito contra el renegado. Se me ha concedido una rápida licencia para refrescarme en el club de oficiales y he encontrado al Capitán en el sillón de honores perfectamente atendido.

Mientras bebía papillas de solomillo con pajita le dejé entonando los siguientes versos:



Ya el clarín belicoso resuena,
Y a la lid nos impulsa el honor;
Del oprobio al romper la cadena,
¡Proscribamos por siempre al traidor!

¡A la lid a vencer! ¡Guerra! ¡Guerra!
No haya tregua jamás ni perdón,
Para el vil que volvió de otra tierra,
Meditando venganza y traición.

La victoria feliz nos espera;
Ya se ven los traidores temblar,
Y al fijar nuestra sacra bandera,
Gloria eterna nos va a coronar.

La tropa llana se retira confiando en la guardia y tras el toque de diana volveremos a formar en el patio de armas para revista.

¡Igual que siempre y siempre igual, siempre a sus órdenes, mi General!

No hay comentarios:

Publicar un comentario