viernes, 14 de agosto de 2009

Decimocuarto parte de guerra

En el día de hoy, festividad de san Maximiliano Kolbe, la Capitán Torres y su brigada han pasado la revista habitual a las tropas, encontrando al que suscribe en estado ligeramente catatónico (dormitaba en el mejor de los sueños), motivo por el cual ha sido castigado a mover piernas y brazos y soplar una corneta que no suena (las bolas), durante todo el día. Por lo demás, ella ha encontrado al resto de la tropa en correcto orden de revista.

Ello no obstante, apenas una hora después, cuando se había declarado el "rompan filas" y el suscribiente ganduleaba en una hamaca a la sombra de una palmera, tomándose una copa, se ha presentado de improviso el Excmo.Sr.D.Pascual Parrilla, Jefe del Alto Mando Militar y Capitán General de los Ejércitos.
La tropa se ha cuadrado a su paso (eso sí, con el pie cambiado, lo que el Capitán General ha preferido pasar por alto por esta vez, dado el maltrecho estado de aquella, tras la reciente batalla), procediendo a pasar revista al que suscribe, que ha sido mantenido "sine díe" en su calabozo intermitente (litera-sofá-pasillo-sala de visitas-pasillo-litera), pudiendo, eso sí, mantener el "alterne" con bellas señoritas (enfermeras y auxiliares) que le agasajan continuamente con sabrosos copazos (antibióticos, nolotiles, pantoprazoles), generosos gestos de cariño (¡¡que voy con la insuliiina!!) y encantadoras carantoñas (¡a ver, la tensiooooón!...  ¡¡¡¡ la temperaturaaaa !!!!...  ¡¡¡¡¡¡la víiiiia!!!! ).

Por lo demás, el día ha transcurrido tranquilo, recibiendo numerosas visitas en el calabozo que le han traído buenos embutidos y un "asiático" auténtico de El Albujón.

 
litera-sofá-pasillo-sala-pasillo-sofá-litera
                    

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