En el día de hoy, 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, glorioso luchador infatigable, prosigue la labor de espionaje contra el enemigo, con importantes resultados: nuestros espías (tac) han detectado que el enemigo se encuentra agazapado y muy concentrado en su plaza (ya se ve que nos tiene miedo). Además, no ha conseguido tomar posiciones periféricas a su modesto emplazamiento.
La muy noble y muy leal capital del reino (hígado) se mantiene incólume, recio el espíritu e impasible el ademán.
Desde nuestro cuartel general preparamos estrategia de ataque definitivo para fechas próximas, realizando los preparativos adecuados. ¡La victoria es nuestra!
Ardor guerrero vibre en nuestras voces y de amor patrio henchido el corazón... entonemos el himno sacrosanto del Deber, de la Patria y del Honor ¡Honor!...
Siempre s’órdenes, ¡Señor!
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